Nota Editorial 2º edición
Un “Día de
la Independencia” en casa.
¿Cómo hacer para continuar vigentes estos sentimientos y
principios que posibilitan la unión nacional cuando el lugar donde se resaltan,
la escuela, tiene las puertas cerradas?. La Historia, es la que nos convoca con
urgencia a pensar el pasado y poder reponer esos valores de los hombres y
mujeres que construyeron nuestra Nación. También nos impone el compromiso de
comprender porque actuaron como lo hicieron y la importancia de estos hechos
para nuestro presente.
Quienes firmaron el acta de la independencia hace doscientos
cuatro años, un 9 de julio de 1816 en San Miguel de Tucumán, no eran tan
diferentes a los hombres y mujeres que hoy habitan la República Argentina.
Seguramente los perseguía el agobio ante una situación que no podían predecir
ni manejar y la incertidumbre sobre los rumbos políticos y económicos a seguir.
Llegar al Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata que se
realizaba en una casona de la ciudad de Tucumán desde marzo de 1816, no había
sido una tarea fácil. No solamente por los dificultosos caminos que separaban
la ciudad del norte con las capitales de algunas provincias, sino porque los
diputados llevaban consigo la palabra de quienes los habían elegido para
representarlos. Y como ocurre hoy, en el 2020, no todos estaban de acuerdo:
había que decidir, opinar, y sobre todo defender ideas. Estos hombres llevaban
consigo la voluntad popular, que era la que le otorgo trascendencia a los
hechos ocurridos ese 9 de julio, de otra manera no hubieran sido
más que una anécdota.
Así el 9 de julio de 1816, el Congreso de Diputados de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, a instancias del gran soñador americano,
el General José de San Martín, decidió
declarar a las provincias “Nación libre e independiente del rey Fernando VII,
sus sucesores y metrópolis”, agregándose días después “y de toda otra
dominación extranjera”. La declaración de la Independencia, constituyó, la
legitimación de un proceso histórico que se había iniciado en 1810, pero que
venía fermentando en el sentimiento de
las generaciones criollas desde mucho antes.
En tiempos de
pandemia, ocasionada por el COVID-19, los ideales de quienes firmaron el acta
de Independencia, cobran sentido en la actualidad. La
independencia que declararon nuestros próceres hace doscientos cuatro años debe
estar vigente en cada acto cívico y moral, debe ser defendida
por cada argentina y argentino, en el plano que le toque vivir. Cada uno de nosotras y
nosotros debemos continuar haciendo aquello que permita cuidarnos y cuidar a
los otros. No es tiempo de excusas ni egoísmos, nos toca
quedarnos en casa, seguir aprendiendo con modalidades diferentes a las que
estamos acostumbrados, extrañando a nuestros afectos y con la esperanza que
todo vuelva a ser como antes.
Desde la Escuela de Educación Secundaria veintitrés, “Antonio Mir”,
esperamos que al leer esta edición de la revista podamos estar más unidos a
través de las voces de otras y otros. Este 9 de julio, recordemos cada acto
donde vimos flamear con orgullo nuestra bandera y estemos convencidos que vamos
a salir adelante y que esto pronto pasara, demostrándonos todo lo que podemos hacer
estando unidos.
Los jefes y jefas
de Departamento de la EES 23
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